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Preguntas Frecuentes

A medida que la pandemia de la COVID-19 continúa afectando nuestra vida diaria, es importante conocer las herramientas, como vacunas, refuerzos y tapabocas, que pueden ayudarnos a protegernos. Puede consultar esta página para conocer actualizaciones y respuestas a las preguntas frecuentes sobre las vacunas, respaldadas por datos científicos.

PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LAS VACUNAS

Hasta la fecha, la Administración de Alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration o FDA, en inglés) de los EE. UU. ha otorgado aprobación total a dos vacunas: la vacuna Comirnaty® contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech que obtuvo aprobación total para personas mayores de dieciséis años el 23 de agosto de 2021, y la vacuna Spikevax contra la COVID-19 de Moderna que obtuvo aprobación total para personas mayores de dieciocho años el 31 de enero de 2022. La FDA también ha otorgado autorización de uso de emergencia (EUA, por sus siglas en inglés) a la vacuna Janssen contra la COVID-19 desarrollada por Johnson & Johnson (J&J) y la vacuna para la COVID-19 de Novavax con adyuvante para personas mayores de dieciocho años y las vacunas de Pfizer y Moderna para niños mayores de seis meses.

Si bien se demostró que todas estas vacunas son seguras y efectivas a través de ensayos clínicos, es natural tener preguntas. A continuación, encontrará información sobre cómo se aprobaron las vacunas, qué tan seguras son, las vacunas de refuerzo y cómo se han comportado las vacunas contra el coronavirus original y varias variantes.

¿CÓMO SÉ QUE LAS VACUNAS CONTRA LA COVID-19 SON SEGURAS?

Todas las vacunas contra la COVID-19 aprobadas (J&J, Moderna, Pfizer y Novavax) pasaron por todas las etapas requeridas de las pruebas clínicas necesarias para demostrar dos cosas: que son seguras y funcionan para proteger contra la COVID-19.

Esto ha sido demostrado con la práctica clínica diaria. Se han administrado cientos de millones de dosis en los Estados Unidos y se han administrado miles de millones en todo el mundo. Se han informado muy pocas reacciones graves.

Cuatro condiciones han ocurrido en personas vacunadas. Algunas personas desarrollaron anafilaxia (una fuerte reacción alérgica). Otros desarrollaron miocarditis (inflamación del músculo cardíaco). Algunas personas vacunadas con la vacuna de J&J han informado un cierto tipo de coágulo de sangre llamado trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS, por sus siglas en inglés) o síndrome de Guillain-Barré, una condición en la que el sistema inmunológico ataca los nervios.

Puede mantenerse informado sobre los últimos datos sobre estos eventos en el sitio web de los CDC. Pero tenga en cuenta que de las millones de personas que fueron vacunadas, solo un pequeño porcentaje ha desarrollado alguna de estas condiciones. De cada millón de personas vacunadas, unas cinco sufrieron anafilaxia. Los CDC continúan monitoreando los casos de miocarditis y la mayoría de los pacientes respondieron favorablemente al tratamiento y se sintieron mejor rápidamente. Por cada millón de dosis de las vacunas de J&J administradas, cuatro personas vacunadas desarrollaron el TTS. También se notificaron casos poco frecuentes de Guillain Barré tras la vacuna de J&J, principalmente entre hombres mayores de 50 años.

El riesgo de experimentar estas complicaciones es extremadamente bajo. No obstante, existen riesgos graves asociados con la COVID-19, que incluyen padecer un cuadro de la enfermedad grave u hospitalización.

Los CDC toman muy en serio la seguridad y continúan monitoreando estas vacunas. De hecho, se ha calificado a todo este trabajo como “el monitoreo de seguridad más intenso” en la historia de los EE. UU.

¿LAS VACUNAS PROTEGEN A LAS PERSONAS EN EL MUNDO REAL?

¡Sí! En septiembre de 2021, los CDC publicaron un estudio de especial importancia. El estudio hizo seguimiento a 3689 personas entre marzo y agosto de 2021. Los resultados demostraron que la vacuna de Moderna tuvo un 93% de efectividad contra la hospitalización; la vacuna de Pfizer tuvo un 88% de efectividad contra la hospitalización; y la vacuna de J&J tuvo un 71% de efectividad contra la hospitalización. Este estudio evaluó la efectividad contra la variante original del coronavirus.

La vacuna COVID-19 de Novavax con adyuvante se evaluó en un estudio aleatorizado, ciego y controlado con placebo realizado en los Estados Unidos y México. El estudio evaluó la eficacia de la vacuna Novavax contra la variante original del coronavirus. Se descubrió que Novavax era un 90,4% eficaz para prevenir la COVID-19 leve, moderada o grave entre las personas de 18 años o más. La vacuna fue eficaz en un 78,6% en el subgrupo de personas de 65 años o más.

Las vacunas siguen protegiendo en contra de la COVID-19 grave causada por la variante ómicron y sus subvariantes (la actual variante dominante en los Estados Unidos). No obstante, un refuerzo es necesario para garantizar la protección. En marzo de 2022, se publicó un estudio en que se hizo un seguimiento a pacientes de 21 centros médicos de EE. UU. (entre marzo de 2021 y enero de 2022). Durante la ola de casos de ómicron, dicho estudio halló que la probabilidad de fallecimiento por COVID-19 de los pacientes que fueron vacunados con tres vacunas de ARNm (una de Pfizer o Moderna, más un refuerzo) fue un 94% más baja.

¿NECESITO UNA VACUNA DE REFUERZO SI YA ESTOY VACUNADO?

Las vacunas originales contra el coronavirus todavía protegen contra casos de enfermedad grave y la muerte, pero los CDC han autorizado vacunas de refuerzo para todos los pacientes mayores de cinco años. Dada la naturaleza contagiosa de ómicron y sus subvariantes, ahora la variante dominante en los EE. UU., los refuerzos son esenciales para lograr una protección suficiente.

Un estudio de los CDC publicado en enero de 2022 muestra cuán importantes son. Un estudio analizó la tasa de casos de la COVID graves y de gravedad hospitalaria en ocho estados, en más de 300 mil personas. Obtener una tercera vacuna de ARNm tuvo 90% de efectividad en la prevención de hospitalizaciones de COVID-19 causadas por ómicron. Según datos de 21 centros médicos de los EE. UU. recopilados entre marzo de 2021 y enero de 2022, la probabilidad de fallecimiento por COVID-19 de los pacientes que fueron vacunados con tres vacunas de ARNm fue un 94% más baja.

Las investigaciones de los CDC han demostrado que las vacunas de refuerzo son seguras. Es normal sentir fatiga o dolores de cabeza o musculares después de un refuerzo. Sin embargo, según lo indica un estudio de los CDC de febrero de 2022, estos síntomas son menos frecuentes después de un refuerzo, que después de la segunda dosis de una vacuna de ARNm.

A partir de finales de mayo, los CDC recomiendan que las personas inmunodeprimidas de 12 años o más y todas las personas de 50 años o más reciban la segunda vacuna de refuerzo al menos 4 meses después del primer refuerzo. Los adultos de cualquier edad que hayan recibido la primera vacuna y el refuerzo de J&J pueden recibir una vacuna de refuerzo. En ese caso, los CDC recomiendan optar por una vacuna de refuerzo de ARNm.

SI ME VACUNARON CON LA VACUNA PFIZER O MODERNA, ¿SOY ELEGIBLE PARA UNA VACUNA DE REFUERZO?

Si tiene más de dieciocho años y se vacunó con la segunda vacuna de Pfizer o Moderna hace cinco meses o más, ya puede vacunarse con un refuerzo según la guía más reciente de los CDC. Puede recibir una vacuna de refuerzo fabricada por J&J, Moderna o Pfizer, independientemente de la vacuna que ya haya recibido.

Los niños mayores de cinco años también pueden recibir un refuerzo fabricado por Pfizer.

SI ME VACUNARON CON LA VACUNA J&J, ¿SOY ELEGIBLE PARA UNA VACUNA DE REFUERZO?

Si tiene dieciocho años o más y se vacunó con la vacuna de J&J hace dos meses o más, es elegible para vacunarse con un refuerzo fabricado por J&J, Moderna o Pfizer. Los CDC recomiendan que las personas que han sido vacunadas con una vacuna original de J&J, en un futuro, opten por refuerzos de ARNm, ya que las investigaciones sugieren que las vacunas de ARNm brindan una protección más vigorosa.

SI ME VACUNARON CON LA VACUNA NOVAVAX, ¿SOY ELEGIBLE PARA UNA VACUNA DE REFUERZO?

No, todavía no se recomienda una vacuna de refuerzo en este momento.

Si tiene 18 años o más y ha recibido la primera vacuna Novavax, debe recibir la segunda dosis entre tres y ocho semanas después de recibir la primera. Tendrá la pauta de vacunación completa y al día dos semanas después de su segunda dosis de la serie primaria. La vacuna Novavax no está autorizada para su uso como dosis de refuerzo en este momento.

¿PUEDE MEZCLAR Y COMBINAR LAS VACUNAS DE REFUERZO?

Los adultos mayores de dieciocho años pueden recibir vacunas de refuerzo fabricadas por hecha por Pfizer, Moderna o J&J. La vacuna de Novavax no está autorizada para su uso como dosis de refuerzo en este momento. Los niños de más de cinco años son únicamente elegibles para vacunas de refuerzo fabricadas por Pfizer. Los refuerzos aún no están disponibles para niños de seis meses a cinco años de edad.

Por ejemplo: si su primera vacuna fue de Moderna y es elegible para un refuerzo, puede vacunarse con un refuerzo fabricado por Pfizer o J&J. Debe vacunarse con ese refuerzo al menos cinco meses después de recibir su segunda dosis. No obstante, las CDC recomiendan que opte por una vacuna de ARNm como refuerzo, en vez de una vacuna de J&J.

Otro ejemplo: si se vacunó con una vacuna de J&J y es elegible para un refuerzo, puede vacunarse con un refuerzo fabricado por Pfizer o Moderna. Debería vacunarse con el refuerzo dos meses después de su primera vacuna.

Los CDC han estudiado la seguridad de las vacunas de refuerzo. Un estudio de febrero de 2022, hizo seguimiento a 721 562 adultos que se vacunaron con un refuerzo, y halló que los efectos secundarios más comunes fueron fiebre y dolor. Ambas reacciones son comunes con cualquier vacuna. Aquellos vacunados con refuerzos distintos a sus vacunas originales, tuvieron mayor probabilidad de informar efectos secundarios, en comparación con los que se vacunaron con refuerzos del mismo fabricante. No obstante, los CDC indican que mezclar y combinar vacunas de refuerzo es seguro.

¿ES SEGURO MEZCLAR Y COMBINAR VACUNAS DE REFUERZO?

Son varios los estudios que presentan evidencia sobre la seguridad de las vacunas de refuerzo. En los primeros se hizo seguimiento a más de 700 mil personas de dieciocho años o más, que fueron vacunados con un refuerzo entre septiembre de 2021 y febrero de 2022 y que informaron efectos secundarios al CDC. 92% de los efectos informados no se consideraron serios. Tras la vacunación de refuerzo, los vacunados rara vez solicitaron atención médica.

Los efectos secundarios más comunes fueron dolor de cabeza, fiebre y dolor. Estos síntomas fueron levemente más comunes entre las personas que fueron vacunadas con vacunas de refuerzo de marca distinta a la primera vacuna que recibieron. Pero es más probable que los efectos secundarios ocurran después de la segunda dosis de una vacuna, que después de la administración de un refuerzo.

No obstante, las CDC recomiendan que opte por una vacuna de ARNm como refuerzo, en vez de una vacuna de J&J.

SI YA ME HE INFECTADO CON COVID-19, ¿NECESITO PONERME UNA VACUNA DE REFUERZO?

Si ha confirmado con una prueba PCR que ha contraído la COVID-19, debe esperar a que sus síntomas desaparezcan y haya terminado su periodo de aislamiento para recibir una vacuna de refuerzo. Puede considerar la posibilidad de retrasar su próxima dosis de vacuna tres meses desde el inicio de los síntomas o desde una primera prueba positiva, ya que la reinfección es menos probable en las primeras semanas o meses después de una infección por COVID-19. Debe considerar su riesgo personal de desarrollar una enfermedad grave y las tasas de infección en su comunidad al tomar la decisión.

Sin embargo, después es fundamental restablecer la protección con una vacuna de refuerzo, ya que las vacunas ofrecen defensas adicionales a su sistema inmunitario. Los CDC informan de que las personas que tuvieron una infección por COVID-19 y no se vacunaron después de la recuperación tienen más probabilidades de volver a infectarse que las que se vacunaron.

Los CDC también recomiendan que los adultos y los niños que padecen el síndrome inflamatorio multisistémico (SIM) esperen a vacunarse hasta que se recuperen de la enfermedad o después de 90 días tras su diagnóstico de SMI-A o SMI-C.

¿Y LAS VARIANTES? ¿LA VACUNA TAMBIÉN PROTEGE CONTRA ELLAS?

Hasta agosto de 2022, la variante ómicron y sus varios subtipos son las forma del SARS-CoV-2 dominante en los EE. UU.

Protección contra la ómicron

Existe evidencia de que los regímenes de vacunas de dos dosis existentes son menos efectivos contra ómicron que contra la variante Delta y el coronavirus original. Sin embargo, las vacunas de refuerzo pueden ayudar a restaurar la protección. Un estudio de enero de 2022 de más de 300 mil personas demostró que una vacuna de refuerzo de ARNm tuvo 90% de efectividad contra la hospitalización por la ómicron.

Las investigaciones más recientes arrojan más buenas noticias. Un estudio de marzo de 2022 realizado en 21 centros médicos de EE. UU. halló que un régimen de vacunas de ARNm de tres dosis puede disminuir por un 94% las probabilidades de ventilación mecánica (una atención médica en casos extremos) y de fallecimiento.

Si bien la protección sigue siendo elevada, con el paso del tiempo puede disminuir. Un estudio de los CDCpublicado en febrero de 2022 demostró que, después de la primera vacuna, las vacunas tuvieron un 90% de protección contra la hospitalización. Cuatro meses después de la tercera dosis, la protección disminuyó a un 78%. (Estos datos se recopilaron durante la ola de ómicron a principios de 2022). El mejor procedimiento a seguir, según los CDC, es vacunarse con la vacuna y también con el refuerzo, en caso de ser elegible.

Protección contra la BA.5 (subvariante de ómicron)

La subvariante ómicron BA.5 es la forma dominante del virus del SRAS-CoV-2 en los Estados Unidos y es potencialmente la cepa más contagiosa del virus hasta la fecha. (El último desglose de las proporciones de las variantes está disponible en el sitio web de los CDC).

Los síntomas de la variante BA.5 son similares a los de la variante anterior de ómicron, incluyendo tos, secreción nasal, dolor de garganta, fatiga, dolores de cabeza o musculares. Es más probable que los pacientes presenten infecciones de las vías respiratorias superiores y menos probable que pierdan los sentidos del gusto y del olfato o que experimenten dificultad para respirar.

Las vacunas siguen funcionando bien contra la BA.2, ofreciendo una protección similar a la que tenían contra la ómicron original. Las vacunas proporcionan una protección duradera contra las consecuencias más graves de la enfermedad, incluidas las hospitalizaciones y las muertes, y una protección limitada contra la enfermedad sintomática causada por ómicron y sus variantes. Los refuerzos ayudan a recuperar la protección contra la enfermedad sintomática, aunque disminuye a los pocos meses.

¿DEBO VACUNARME SI YA HE TENIDO LA COVID-19?

La respuesta corta es sí.

Si bien es posible que tenga anticuerpos contra la COVID-19 (proteínas que se unen al virus y le dicen al cuerpo que lo elimine) en su cuerpo después de recuperarse, no sabemos cuánto tiempo dura la inmunidad obtenida por la infección natural.

Si ha tenido COVID-19 recientemente, puede considerar retrasar su próxima dosis de vacuna tres mesesdesde el inicio de los síntomas o desde el primer test positivo, ya que la reinfección es menos probable en las primeras semanas o meses. Debe considerar su riesgo personal de desarrollar una enfermedad grave y las tasas de infección en su comunidad al tomar la decisión.

Algunos estudios sugieren que hasta un tercio de los casos leves de la COVID-19 no dejan anticuerpos protectores. En un estudio de los CDC de septiembre de 2021 se hizo seguimiento a 72 personas, la mayoría de las cuales tenían casos leves. Alrededor del 36% no desarrollaron anticuerpos.

Es posible que los casos más graves de la COVID-19 dejen más anticuerpos, pero estos casos son muy riesgosos. Incluso si el caso no conduce a una hospitalización o la muerte, la enfermedad podría tener consecuencias a largo plazo.

La forma más confiable de entrenar su sistema inmunológico para combatir la COVID-19 es vacunarse, en lugar de arriesgarse a padecer la “infección natural”. No necesita arriesgarse a las consecuencias a corto o largo plazo del virus para protegerse.

Enfermarse con una variante tampoco garantiza la protección contra otra. Algunas investigaciones tempranas sugieren que es más probable que la variante ómicron cause reinfecciones que la delta.

Existe una razón más para vacunarse: puede ayudar a proteger a otros al disminuir sus posibilidades de ser hospitalizado. Las variantes ómicron y sus subtipos son más contagiosas que el coronavirus original. Esto significa que es incluso más crítico vacunarse y vacunarse con refuerzos, para evitar que los hospitales se vean abrumados.

SI YA ME VACUNARON CON UNA VACUNA DE PFIZER/MODERNA/NOVAVAX, ¿POR QUÉ NECESITO VACUNARME CON LA SEGUNDA DOSIS?

Las investigaciones en la práctica clínica diaria han demostrado que la inmunidad mejora después de dos dosis. Por ejemplo, la efectividad de una vacuna de Pfizer o Moderna contra el coronavirus original fue del 64% en un estudio de trabajadores de la salud de EE. UU. realizado por los CDC. Pero dos vacunas elevaron la efectividad a aproximadamente 94% en ese estudio.

A la luz de las nuevas variantes, como la ómicron, es aún más importante recibir ambas dosis de la vacuna contra la COVID-19, así como mantener al día las dosis de refuerzo.

¿DEBO VACUNARME SI ESTOY EMBARAZADA O QUIERO EMBARAZARME?

Debe hablar con su médico si está embarazada y le preocupa vacunarse contra la COVID-19. Sin embargo, los CDC ahora recomiendan enfáticamente que las personas embarazadas (o aquellas que desean quedar embarazadas) se vacunen contra la COVID-19.

Un estudio publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra (New England Journal of Medicine, en inglés) hizo seguimiento a más de 35 mil mujeres embarazadas que se vacunaron. El estudio no encontró signos de que la vacuna estuviera relacionada con alguna complicación. Estudios realizados en Noruega, Israel y Estados Unidos mostraron que las vacunas de ARNm tampoco estaban vinculadas a un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro u otros resultados adversos.

Vacunarse durante el embarazo puede conferir mayor protección contra la COVID-19 a los niños recién nacidos. Un estudio de los CDC publicado en febrero de 2022 analizó datos de 20 hospitales pediátricos en los EE. UU. La vacunación en madres vacunadas se asoció con una disminución del 60% del riesgo de hospitalización por la COVID-19 en sus bebés (menores de seis meses de edad).

A su vez, la evidencia también demuestra que las mujeres embarazadas que contraen la COVID-19 tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente por el virus en comparación con las mujeres no embarazadas de la misma edad. Esto significa que protegerse contra el virus con una vacuna es incluso más importante.

¿LA VACUNA AFECTA LA FERTILIDAD?

Es posible que haya escuchado cierta información errónea que sugiere que las vacunas podrían afectar la capacidad de una mujer para quedar embarazada. Los científicos han desacreditado esta afirmación.

En una declaración conjunta, la American Society for Reproductive Medicine, el American College of Obstetricians and Gynecologists y la Society for Maternal-Fetal Medicine afirmaron que no existe evidencia de que la vacuna afecte la fertilidad de las mujeres. La idea de que podría haber una pérdida de fertilidad debido a la vacunación era “científicamente improbable”, se lee en el comunicado.

Otro estudio importante publicado en 2022 confirma que las vacunas contra la COVID no están vinculadas a problemas de fertilidad. El estudio hizo seguimiento a más de 2000 mujeres que proporcionaron información sobre sus intentos de concebir y el estado de vacunación de sus parejas. Las tasas de fertilidad entre las mujeres que habían sido vacunadas con al menos una vacuna no diferían de las mujeres no vacunadas. El patrón también se mantuvo para los hombres. La Mayo Clinic también señala que “no existe evidencia” de que las vacunas contra la COVID-19 puedan causar problemas de fertilidad.

¿LOS NIÑOS SON ELEGIBLES PARA LA VACUNA?

El 19 de junio, los CDC recomendaron que todos los niños mayores de seis meses se vacunaran contra la COVID-19. A los niños se les administra una dosis de la vacuna menor en comparación con la de los adultos y puede administrarse al mismo tiempo que otras vacunas.

Los niños de entre seis meses y cinco años pueden recibir las vacunas fabricadas por Pfizer o Moderna. Para los niños de entre seis meses y cuatro años, las vacunas de Pfizer incluyen tres dosis de vacuna y las de Moderna, dos dosis. A los niños de cinco años se les puede administrar dos dosis de Pfizer o Moderna.

Los niños de seis años en adelante son elegibles para la vacuna contra el coronavirus de dos dosis de Pfizer. Si su hijo tiene doce años o más, recibirá la misma versión de la vacuna que se da a los adultos. Si tienen entre cinco y once años, reciben una dosis ligeramente más baja.

A partir de mayo de 2022 los niños de cinco años en adelante son elegibles para vacunas de refuerzo fabricadas por Pfizer. Pueden vacunarse con el refuerzo cinco meses después de completar su serie de vacunas primarias.

¿CUÁN SEGURA ES LA VACUNA PARA LOS NIÑOS?

Actualmente, los CDC recomiendan que los niños mayores de seis meses años reciban la vacuna de coronavirus. Estas recomendaciones se hicieron después de que los estudios evaluaran específicamente la seguridad de esta vacuna en niños y los datos fueran revisados por expertos externos.

Por ejemplo, un ensayo clínico con 2260 adolescentes de doce a quince años no encontró efectos adversos graves relacionados con la vacuna de Pfizer. Para diciembre de 2021, alrededor de 8,7 millones de niños de cinco a once años habían recibido una vacuna y se informaron muy pocos efectos secundarios graves. La mayoría de las reacciones fueron leves e incluyeron dolor en el lugar de la inyección, fatiga y dolor de cabeza.

Los efectos secundarios más comunes comunicados para los niños de seis meses a tres años son dolor en el lugar de la inyección, inflamación de los ganglios linfáticos, irritabilidad o llanto, somnolencia y pérdida de apetito. Para los niños de cuatro a 17 años, los efectos secundarios son más comunes después de la segunda dosis e incluyen dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos e inflamación de los ganglios linfáticos.

Los datos del seguimiento de la seguridad de las vacunas de los CDC entre diciembre de 2020 y agosto de 2021 han mostrado un pequeño pero mayor riesgo de miocarditis, es decir, inflamación del músculo cardíaco, en adolescentes y adultos jóvenes de sexo masculino tras recibir las vacunas de Pfizer o Moderna. Las tasas de miocarditis fueron más elevadas tras la segunda dosis de la vacuna ARNm entre los varones de 12 a 24 años. Hasta el 11 de agosto de 2022, se han notificado 1020 casos en más de 58 millones de dosis de vacunas administradas en niños y adolescentes menores de 18 años, y se ha verificado que 667 eran miocarditis.

Los efectos secundarios de los refuerzos disponibles para adolescentes también fueron leves, según un estudio de los CDC de marzo. Los efectos secundarios más comunes fueron dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza y muscular. Estos se presentaron el día posterior a la inyección con el refuerzo.

¿CUÁN EFECTIVA ES LA VACUNA PARA NIÑOS?

Los niños de seis meses en adelante son elegibles para recibir las vacunas contra el coronavirus de Pfizer. La FDA evaluó los datos proporcionados por Pfizer y Moderna sobre la seguridad y la eficacia de la vacuna. Los datos de 5400 niños menores de cinco años mostraron que la vacuna de Moderna tenía una eficacia del 50,6% para prevenir la COVID-19 en niños de seis a 23 meses y un 36,8% para los niños de entre dos y cinco años.

Un pequeño estudio sobre la eficacia de la vacuna realizado por Pfizer en 220 niños y evaluado por la FDA descubrió que en los niños de entre seis meses y cuatro años la respuesta inmunitaria de los niños era similar a la de los participantes de entre 16 y 25 años. Para los niños de cinco a once años, los CDC estiman que la vacuna de Pfizer tiene una eficacia del 90% contra la COVID-19. Esta cifra también se ha visto reflejada en el estudio de Pfizer sobre la vacuna.

Los datos del mundo real han demostrado que las vacunas ya mostraban capacidad de protección a los pacientes adolescentes, que pasaron a ser elegibles para recibir sus vacunas antes que los niños menores de 12 años. Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine en enero de 2022 descubrió que la vacuna de Pfizer era un 94% eficaz para prevenir las hospitalizaciones entre los adolescentes de 12 a 18 años.

Un estudio de los CDC publicado en marzo sobre la eficacia de las vacunas en la protección contra las infecciones descubrió que dos dosis de la vacuna Pfizer reducían el riesgo de infección por ómicron en un 31% en los niños de 5 a 11 años y en un 59% en los adolescentes de 12 a 15 años. Otro estudio de los CDCpublicado en marzo descubrió que la vacuna era un 51% eficaz contra las visitas a urgencias en niños de cinco a 11 años, entre dos semanas y dos meses después de la segunda inyección. Durante ese tiempo, fue un 45% eficaz en los adolescentes de 12 a 15 años, y un 34% en los de 16 y 17 años.

Sin embargo, una vacuna de refuerzo, que ahora está disponible para los niños de más de cinco años, devolvió la protección al 81% en los adolescentes de 16 años o más.

INFECCIONES POSVACUNACIÓN

Es posible que haya oído hablar de términos como “infecciones posvacunación” o haya notado que algunos lugares han restablecido la obligación del uso de tapabocas.

Si bien estos cambios pueden parecer alarmantes, en conclusión, las vacunas y los refuerzos siguen siendo la mejor herramienta que tenemos para protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias de la COVID-19. Los tapabocas son una herramienta adicional y son incluso más importantes a la luz de la variante ómicron, que es muy contagiosa.

Incluso en un mundo con vacunas seguras y efectivas, los investigadores de salud pública estudian constantemente el SARS-CoV-2 y las variantes del coronavirus. Estas investigaciones nos informarán sobre otras precauciones de seguridad que debamos tomar, lo que significa que las pautas pueden cambiar a medida que los científicos aprenden más. Esto es lo que sabemos hasta ahora sobre las infecciones posvacunación y los tapabocas.

¿QUÉ ES UN CASO POSVACUNACIÓN?

Un “caso posvacunación” ocurre cuando una persona da positivo para la COVID-19 al menos catorce días después de haber recibido la primera pauta completa de vacunación o una dosis de refuerzo. Se considera que está completamente vacunado después de recibir dos dosis de las vacunas de Moderna, Pfizer y Novavax y una dosis de la vacuna de J&J.

La mejor manera de disminuir la posibilidad de tener un caso posvacunación es vacunarse (las personas no vacunadas tienen cinco veces más probabilidades de contraer una infección de la COVID-19 que las personas vacunadas y que han recibido vacunas de refuerzo, según la investigación de los CDC) y recibir un refuerzo cuando sean elegibles. El refuerzo puede aumentar la protección contra nuevas variantes como la ómicron.

Las personas con infecciones posvacunación pueden contagiar el virus del SARS-CoV-2 a otras personas. Si contrae una infección posvacunación, es importante autoaislarse, usar tapabocas cuando se encuentre cerca de otras personas y hacerse una prueba. Los CDC sugieren aislarse durante al menos cinco días después de una prueba positiva.

¿CUÁN COMUNES SON LOS CASOS POSVACUNACIÓN?

Debido a que los datos son incompletos, es imposible conocer con seguridad la frecuencia de los casos de irrupción. Los CDC han recopilado datos de jurisdicciones que representan el 60% de la población de EE. UU. que mostraron que al menos el 9% de las personas vacunadas en estos estados tuvieron una infección por disrupción registrada desde abril de 2021.

Muchos estados también están haciendo un seguimiento de los casos por su cuenta. Puede consultar el sitio web del departamento de salud de su estado para obtener información actualizada sobre los casos de avance en su zona. Pero tenga en cuenta que, con el aumento de ómicron y las pruebas en casa cada vez más comunes, incluso esas cifras pueden no ser exactas.

Las personas que recibieron vacunas de refuerzo tuvieron la menor incidencia de infección en comparación con las personas vacunadas con la vacuna primaria o las no vacunadas. Según los últimos datos recopilados por los CDC, las personas no vacunadas de más de cinco años tenían 2,8 veces más probabilidades de infectarse con COVID-19 que en junio de 2022 en comparación con otras personas vacunadas con la primera dosis de la vacuna.

Las personas mayores de doce años no vacunadas tenían 2,3 veces más probabilidades de dar positivo en la prueba de COVID-19 en junio de 2022 en comparación con las personas vacunadas con un refuerzo y una pauta completa de la vacuna.

¿SON PELIGROSOS LOS CASOS POSVACUNACIÓN?

La mayoría de las personas que se contagiaron de la COVID-19 después de haber cumplido con el régimen de vacunas completo experimentaron síntomas menos graves, señalan los CDC. Hasta el momento, la evidencia sugiere que el riesgo de un caso de enfermedad grave por la ómicron también es bajo, aunque los científicos todavía están estudiando nuevas variantes.

Las vacunas y los refuerzos disminuyen significativamente el riesgo de contraer la variante grave de la enfermedad y morir por una infección de gran magnitud. Según los datos recopilados por los CDC de jurisdicciones que representan el 60% de la población estadounidense, las personas mayores de 12 años no vacunadas tenían un riesgo 9 veces mayor de morir por COVID-19 en comparación con las personas vacunadas con la dosis primaria y la de refuerzo en mayo de 2022. Las personas mayores de cinco años que recibieron la vacuna pero no el refuerzo tuvieron 6 veces menos probabilidades de morir por COVID-19 en comparación con las personas no vacunadas.

En el caso de las personas mayores de 50 años, que ahora pueden recibir la segunda dosis de refuerzo, las personas no vacunadas tenían 29 veces más riesgo de morir por COVID-19 y los receptores de una sola dosis de refuerzo tenían cuatro veces más riesgo de morir por la enfermedad en comparación con las personas vacunadas con dos dosis de refuerzo y una pauta completa de la vacuna.

En última instancia, los riesgos de enfermarse gravemente por COVID-19 son mucho mayores si no está vacunado. Incluso si está vacunado y ha recibido el refuerzo, es importante quedarse en casa si tiene algún síntoma de la COVID-19. Si bien los riesgos de enfermarse gravemente son bajos, si está infectado con delta u ómicron, podría correr el riesgo de contagiar a otra persona.

QUÉ HACER SI HA ESTADO EXPUESTO

Con el aumento de casos de la variante ómicron, es posible que note que más personas dan positivo a la COVID-19. Si se ha visto expuesto al virus o da positivo, hay muchos pasos simples que puede tomar para protegerse a sí mismo y a su comunidad. A continuación, encontrará la guía más reciente sobre pruebas, aislamiento y tratamiento.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA COVID-19?

Según los CDC, los síntomas de COVID-19 incluyen:

– Fiebre
– Escalofríos
– Tos
– Dificultad para respirar
– Fatiga
– Dolores musculares o corporales
– Dolor de cabeza
– Nueva pérdida del olfato o del gusto.
– Dolor de garganta
– Congestión nasal
– Náuseas, vómitos o diarrea

Si experimenta alguno de estos síntomas, puede confirmar si tiene la COVID-19 haciéndose una prueba.

¿QUÉ DEBO HACER SI ESTOY EXPUESTO A ALGUIEN CON LA COVID-19?

Si ha estado expuesto a alguien con COVID-19, debe usar un tapabocas tan pronto como conozca la exposición. Cuente el día de la exposición como día 0 y continúe con las precauciones hasta el final del día 10. Deberá llevar un tapabocas cuando esté cerca de otras personas durante 10 días y estar atento a los síntomas de la COVID-19.

Si desarrolla síntomas, debe aislarse inmediatamente, hacerse pruebas y quedarse en casa.

El día seis después de su exposición, debe hacerse la prueba aunque no presente síntomas. Si la prueba es negativa, debe seguir tomando precauciones y llevar un tapabocas bien ajustado durante 10 días mientras esté cerca de otras personas.

Si su prueba es positiva, aíslese inmediatamente. Mientras esté aislado, esté atento a los síntomas.

El aislamiento se cuenta en días:

– Si no ha tenido síntomas, el día cero es el día en que se hizo la prueba. Si no desarrolla síntomas, puede terminar el aislamiento después del día cinco.

– Si desarrolla síntomas, el día cero es el primer día de aparición de los mismos. Si sus síntomas mejoran y no tiene fiebre durante 24 horas, puede terminar el aislamiento después del día cinco. Si sus síntomas no mejoran en el día cinco, continúe con el aislamiento hasta que mejoren. Si tuvo síntomas moderados (le faltó el aire o tuvo dificultad para respirar), graves (fue hospitalizado) debido a la COVID-19, o tiene un sistema inmunológico debilitado, debe aislarse hasta el día 10.

Debe seguir llevando tapabocas hasta el día 10 después de haber terminado el aislamiento. Puede quitarse el tapabocas antes del día 10 si tiene dos pruebas secuenciales de antígeno negativas con 48 horas de diferencia.

¿CÓMO FUNCIONAN LAS PRUEBAS PARA LA COVID-19?

Hay dos tipos de pruebas para la COVID-19 que pueden indicar si actualmente tiene el virus. La primera detecta “antígenos” (a veces se la llama “prueba rápida”) y la otra es una “prueba de PCR”.

Las pruebas de PCR son las prueba de referencia para identificar casos de la COVID-19. Son muy precisas y, a menudo, pueden detectar incluso pequeñas cantidades del virus en el cuerpo. Estas pruebas se realizan mayormente en el consultorio de su médico o en un sitio de pruebas móvil y es posible que no obtenga los resultados durante horas o días, según las condiciones locales.

Las pruebas de antígenos no son tan precisas para detectar niveles bajos del virus en el cuerpo como lo son las pruebas de PCR, pero son buenas para obtener resultados rápidos (los resultados se pueden obtener en quince a 30 minutos). La mayoría de las pruebas caseras de venta libre para la COVID-19 entran en esta categoría.

Los CDC advierten que estas pruebas no son tan confiables para las personas sin síntomas de COVID-19, pero generalmente son buenas para detectar casos cuando las personas tienen la carga viral máxima (es decir, cuando es probable que sean más infecciosos).

Si tiene síntomas pero da negativo en una prueba rápida, lo mejor es confirmar con una prueba de PCR.

¿LAS PRUEBAS DE LA COVID-19 DETECTAN LA VARIANTE ÓMICRON?

Tanto las pruebas de PCR como las pruebas rápidas son capaces de detectar la variante ómicron y sus diferentes subvariantes. Sin embargo, las pruebas no pueden decirle cuál variante tiene.

¿CÓMO SÉ QUÉ PRUEBA CASERA PARA LA COVID-19 COMPRAR?

La FDA ha emitido numerosas autorizaciones de uso de emergencia para pruebas caseras para la COVID-19. Para encontrar pruebas que tengan la autorización de la FDA, puede consultar la lista disponible aquí en el sitio web de la agencia.

¿QUÉ DEBO HACER SI CONTRAIGO LA COVID-19?

Independientemente del estado de vacunación, debe aislarse por cinco días si da positivo para la COVID-19 de acuerdo con las pautas de los CDC. El autoaislamiento significa que evita estar cerca de otras personas, incluso dentro de su propia casa. Para calcular los cinco días de aislamiento, cuente su primer día de síntomas como el día cero y el día uno como el primer día completo después de que comenzaron sus síntomas.

Si sus síntomas desaparecen después de los cinco días de aislamiento, puede salir de su casa, pero debe continuar usando un tapabocas que le cubra bien durante cinco días más alrededor de otras personas para minimizar el riesgo de infectar a las personas con las que se encuentre. Puede quitarse el tapabocas antes del día 10 si tiene dos pruebas secuenciales de antígeno negativas con 48 horas de diferencia.

Sin embargo, si sigue teniendo fiebre, debe quedarse en casa hasta que desaparezca. Debe continuar aislándose hasta que haya estado sin fiebre durante al menos 24 horas sin el uso de medicamentos para bajar la fiebre y hasta que desaparezcan sus otros síntomas. Si tuvo síntomas moderados (le faltó el aire o tuvo dificultad para respirar), graves (fue hospitalizado) debido a COVID-19, o tiene un sistema inmunológico debilitado, necesita aislarse hasta el día 10.

No debe viajar durante los cinco días de aislamiento y debe evitar viajar durante diez días completos después de la primera aparición de sus síntomas. Si debe viajar durante los días seis a diez, debe usar un tapabocas que le cubra bien cuando esté cerca de otras personas durante todo el viaje. Incluso en los días seis a diez, no debe ir a lugares donde no pueda usar un tapabocas, como restaurantes, y debe evitar comer cerca de otras personas dentro y fuera del hogar.

¿CÓMO SE TRATA LA COVID-19?

Si está vacunado, los estudios sugieren que el riesgo de desarrollar un caso de COVID-19 grave es bajo. Si desarrolla síntomas leves y no corre un riesgo alto de contraer la COVID-19, debería poder recuperarse en casa.

Si corre el riesgo de desarrollar un caso de la COVID-19 grave, hay varios medicamentos que han obtenido la autorización de uso de emergencia de la FDA. Se ha demostrado que estos medicamentos disminuyen el riesgo de hospitalización o muerte.

Actualmente, son dos las terapias antivirales orales recetadas para la COVID-19 disponibles que han recibido la autorización de uso de emergencia de la FDA para tratar casos de enfermedad leve o moderada: Paxloviddesarrollado por Pfizer y molnupiravir desarrollado por Merck. Paxlovid y molnupiravir disminuyen el riesgo de hospitalización y muerte por un 88% y un 30% respectivamente, en pacientes con alto riesgo de padecer un caso de la COVID-19 grave cuando el tratamiento se inicia dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas.

Paxlovid es el producto preferido y está disponible para pacientes mayores de doce años (con más de 40 kg). Se debe considerar molnupiravir para tratar pacientes de dieciocho años de edad y mayores, para quienes las opciones de tratamiento alternativas para la COVID-19 autorizadas por la FDA no sean accesibles o clínicamente apropiadas. No se recomienda el uso de molnupiravir durante el embarazo.

En enero de 2022, la FDA también amplió el uso de remdesivir, el único medicamento con aprobación total de la FDA para tratar la COVID-19, en pacientes no hospitalizados de alto riesgo.

A principios de 2022, a algunos anticuerpos monoclonales se les otorgó autorización de uso de emergencia, debido a que son menos efectivos contra la ómicron (la variante dominante en los EE. UU.). En su lugar, la FDA han otorgado autorización de uso de emergencia a un anticuerpo monoclonal llamado bebtelovimab. Este tratamiento se aprobó debido a que existe evidencia que sugiere que puede combatir la variante ómicron. Ha sido aprobado para uso en niños (de doce años o más, y con al menos 40 kg de peso) y adultos con COVID-19 de leve a moderada, con riesgo de desarrollar un cuadro más grave.

Si su resultado es positivo y corre el riesgo de desarrollar un caso de la COVID-19 grave, su médico puede determinar si estas opciones son adecuadas para usted.

¿CUÁNDO DEBO BUSCAR ATENCIÓN MÉDICA SI MI PRUEBA DE COVID-19 HA DADO POSITIVO?

Muchas personas que contraen la COVID-19 podrán recuperarse en casa. Sin embargo, es una buena idea hablar con su médico si su resultado es positivo.

Además, los CDC señalan que debería buscar atención médica de emergencia si presenta los siguientes síntomas:

– Dificultad para respirar
– Dolor persistente o presión en el pecho
– Confusión nueva
– Incapacidad para despertar o permanecer despierto
– Piel, labios o lecho ungueal pálidos, grises o azulados.

Esta lista no es exhaustiva. Si le preocupan alguno de los síntomas de la COVID-19, comuníquese con su médico.

USO DE TAPABOCAS

¿NECESITO USAR UN TAPABOCAS SI ESTOY VACUNADO?

Las recomendaciones sobre el uso de tapabocas dependen de las condiciones locales.

Suponiendo que está al día con las vacunas, los CDC actualmente aconsejan que las localidades sigan tres niveles de recomendaciones para el uso de tapabocas. Puede informarse sobre el nivel de transmisión en su estado y condado usando esta herramienta de los CDC. Los CDC recomiendan que todas las personas estén al día con sus vacunas contra la COVID-19 y que se hagan la prueba si tienen síntomas.

Si vive en un lugar con niveles bajos de casos u hospitalizaciones nuevas, puede quitarse el tapabocas, si así lo prefiere.

Si vive en un lugar con niveles moderados de transmisión u hospitalizaciones y tiene un alto riesgo de ponerse muy enfermo, utilice un tapabocas bien ajustado o un respirador. Si tiene contacto social o vive con un miembro de la familia que tiene un alto riesgo de enfermar de forma grave, considere la posibilidad de llevar un tapabocas en interiores cuando esté cerca y de hacerse la prueba para detectar la infección antes del contacto.

Si vive en una zona con niveles altos de transmisión u hospitalizaciones, use un tapabocas bien ajustado o un respirador en interiores mientras esté en público. Si tiene un alto riesgo de enfermar de forma grave, considere la posibilidad de evitar las actividades no esenciales en interiores en público para limitar su exposición.

Los CDC también recomiendan usar tapabocas en las zonas interiores del transporte público (como aviones, trenes, autobuses y transbordadores) y en los centros de transporte (como aeropuertos y estaciones).

El tapabocas es eficaz para protegerle de la infección, incluso si es la única persona que lo lleva. Un estudio de los CDC publicado en febrero de 2022 descubrió que las personas que declararon llevar siempre tapabocas en lugares públicos cerrados tenían menos probabilidades de dar positivo en las pruebas de COVID-19. Los tapabocas tipo N95/KN95 fueron los más eficaces, ya que redujeron las probabilidades en un 83%, seguidos de los tapabocas quirúrgicos y de tela con un 66 y un 56%.

¿LOS NIÑOS NECESITAN USAR TAPABOCAS EN LA ESCUELA?

Solicite información sobre las recomendaciones específicas de su estado o distrito escolar. Si desea evaluar los niveles de tolerancia al riesgo, puede comprobar los niveles de transmisión comunitaria usando esta herramienta de los CDC. Si siente que corre riesgo, tiene toda la libertad de usar el tapabocas en todo momento.

El uso de tapabocas en la escuela ayuda a proteger a los estudiantes inmunocomprometidos o a los estudiantes que son demasiado pequeños para ser vacunados. A la luz de la información sobre el contagio de las variantes delta y ómicron, los tapabocas también ayudarán a frenar la propagación de la COVID-19.

POS-COVID-19

Incluso después de recuperarse de la COVID-19, es normal tener preguntas sobre la recuperación a largo plazo, la vacunación y otros temas. A continuación, abordaremos algunas preguntas frecuentes sobre la vida posterior a la COVID.

¿QUÉ ES EL SÍNDROME POS-COVID-19 (LONG COVID, EN INGLÉS)?

Un caso “agudo” típico de la COVID-19 leve puede durar una o dos semanas. El síndrome pos-COVID-19, en comparación, es una condición persistente que aparece después del caso inicial.

La definición de la Organización Mundial de la Salud señala que el síndrome pos-COVID-19 generalmente aparece dentro de los tres meses posteriores a un caso confirmado o probable de la COVID-19. Pero la definición de los CDC dice que los síntomas que aparecen cuatro semanas después de que se disuelva su caso inicial de COVID-19 pueden indicar que está experimentando el síndrome pos-COVID-19. Los síntomas pueden durar semanas, meses o años.

Las personas que han padecido COVID-19 grave experimentan síndrome pos-COVID con más frecuencia que otras, aunque cualquier persona que haya sido infectada por el virus (incluso con casos leves, asintomáticos o no diagnosticados) puede experimentar síntomas de síndrome pos-COVID. Las personas que no han sido vacunadas contra el COVID-19 pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el síndrome pos-COVID según los CDC.

Un estudio de los CDC publicado en mayo de 2022 informó de que uno de cada cinco adultos tiene una afección que puede estar relacionada con una infección previa por COVID-19. Estas pueden incluir afecciones neurológicas o mentales, insuficiencia renal, problemas sanguíneos y vasculares, afecciones musculoesqueléticas, cardiovasculares o respiratorias.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL SÍNDROME POS-COVID-19?

Son muchos los síntomas del síndrome pos-COVID-19 y las personas con la condición informan diferentes combinaciones de los mismos. Sin embargo, los casos del síndrome pos-COVID-19 puede implicar:

– Dificultad para respirar
– Fatiga que interfiere con la vida diaria
– Síntomas que empeoran tras realizar esfuerzos físicos o mentales (malestar pos-esfuerzo)
– Fiebre
– Sensación de “niebla mental” o confusión
– Dificultad para concentrarse o pensar
– Mareo al levantarse
– Tos
– Dolor de pecho o estómago
– Dolor de cabeza
– Palpitaciones
– Hormigueo
– Diarrea
– Problemas para dormir
– Dolor articular o muscular
– Sarpullido
– Cambios en el estado de ánimo, depresión o ansiedad
– Cambio en el olfato o el gusto.
– Cambios en los ciclos menstruales

Estos son solo algunos de los más de cien síntomas diferentes relacionados con el síndrome pos-COVID-19. Sin embargo, una revisión importante de 50 estudios sobre el síndrome pos-COVID-19 es útil para identificar algunos de los problemas más comunes. Dicho estudio señala que muchos casos del síndrome pos-COVID-19 comparten síntomas que generalmente se observan en casos agudos de COVID-19, como síntomas respiratorios, dolor, fiebre, dolor en el pecho y dolores de cabeza. Pero con el tiempo, los síntomas comunes del síndrome pos-COVID-19 pueden abarcar e incluir deterioros cognitivos (niebla mental), fatiga, dolor muscular y nervioso, dificultad para dormir, problemas de movilidad y síntomas del estado de ánimo (como ansiedad y depresión).

Si sospecha que tiene el síndrome pos-COVID-19, comuníquese con su prestador de atención médica. También puede ser útil llevar un diario de sus síntomas y ver qué fluctuaciones ocurren, o si alguna actividad los empeora. Los CDC también ofrecen una lista de control útil que puede ayudarlo a organizar sus síntomas y formular preguntas para su prestador de atención médica.

¿LAS VACUNAS PROTEGEN CONTRA EL SÍNDROME POS-COVID-19?

Las personas que no han sido vacunadas contra la COVID-19 pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el síndrome pos-COVID según los CDC.

Las vacunas reducen en un 15% el riesgo de desarrollar el síndrome pos-COVID-19 después de una infección, según un estudio publicado en Nature Medicine en mayo de 2022. El estudio revisó 13 millones de registros de las bases de datos nacionales de atención sanitaria del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos. Los investigadores tampoco encontraron diferencias en la gravedad de los síntomas, como la niebla cerebral o la fatiga en las personas vacunadas y no vacunadas hasta seis meses después de la infección.

Un estudio previo hizo seguimiento a más de un millón de personas que usaron una aplicación telefónica para el seguimiento de síntomas de la COVID. En última instancia, las personas que recibieron dos dosis de la vacuna (una dosis completa, en este caso) tuvieron la mitad del riesgo de desarrollar síntomas de la COVID cuatro semanas después de la infección. Dicho estudio sugiere que la vacunación disminuye el riesgo del síndrome pos-COVID-19.

Otra revisión de ocho estudios resumidos por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido sugiere que la vacunación disminuye las probabilidades de experimentar el síndrome pos-COVID-19, incluso después de la infección inicial.

Es importante destacar que todos los estudios publicados analizaron el síndrome pos-COVID-19 después de las infecciones con el coronavirus original o la variante Delta y aún no se dispone de información al respecto después de ómicron y sus cepas.

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